Tratamiento de Adicciones

Abordaje psicoterapéutico de todo tipo de adicciones cuya base común es la negación/ evasión de los problemas y la creencia de que una vía química o rápida va a solucionar los conflictos.

A la hora de encontrarnos con una persona con problemas de adicción, centramos nuestra atención en la persona más que en la sustancia o el comportamiento. Además de conseguir la abstinencia, buscamos abrir la posibilidad de un cuestionamiento sobre la adicción, sobre la relación que esta persona ha establecido con ella y sobre su propio proyecto vital.

No entendemos la adicción como una especie de monstruo que atrapa a la persona, creemos que la manera de funcionar y de enfrentarse a las dificultades de la vida, unidos al encuentro con una sustancia o conducta placentera a unas edades difíciles, pueden llevar a alguien a engancharse. Todo esto tendrá que ser revisado para que la abstinencia se consolide y se convierta en una nueva forma de vivir.

La persona adicta llega pensando que curarse es un “mal negocio”, porque significa enfrentar todo aquello de lo que huyó al acudir a la ilusión mágica, asumir todo el trabajo que no realizó en la adolescencia. Es decir, adoptar una actitud adulta frente a su vida y su entorno.

No debemos olvidar que, cuanto más débil es una persona, más poderosa desea ser, y la adicción se ofrece como si lo que se consumiera fueran dosis de omnipotencia al alcance de todo el mundo.

Quisiera curarse sin cambiar de vida y sin tener que hacerse cargo de las consecuencias de sus actos, sin aceptar limitaciones e impotencias que lo hagan revivir esos sentimientos de vacío, falta de autoestima, depresiones, etc. Por eso nos pide que le ayudemos a conseguir un consumo controlado, reduciendo los daños, es decir las consecuencias. En un principio, su ideal de tratamiento es que se le deje hacer lo que quiere sin que le pase nada y por eso cualquier límite que se le imponga implica una verdadera lucha.

A veces se va al otro extremo y pasa de esta resistencia a un sometimiento excesivo que nos muestra que sigue sin hacerse cargo de su vida, la pone en manos de otros (médicos, psicólogos, consejeros o “terapeutas”).

La realidad es que debe aprender a vivir sin anestesias que le permitan seguir negando y evadiendo la realidad y aceptar las limitaciones que todos debemos asumir: paso del tiempo, pérdidas, dolor, muerte.

Por eso, si el tratamiento se limita a dejar la adicción y no le ofrece una rehabilitación o una preparación para enfrentarse a la vida y sus limitaciones, le seguirá pareciendo un mal negocio. Y a largo plazo, cuando sufra algún golpe vital, volverá a la repetición de su comportamiento adictivo.

Asociación de Psicoterapia Espacio Vincular
Número de registro: 606988

CONTACTO

DÓNDE ESTAMOS

Madrid zona Chamberí - Ríos Rosas/ Cáceres, Zona Centro